LA HISTORIA DEL MÉDICO QUE REGRESABA A

TRABAJAR AL HOSPITAL EN LOS PICOS DE LA PANDEMIA

Después de 20 años en la UVI, el año pasado había decidido tomarse un respiro. Su sueño descabalado y su cuerpo prematuramente envejecido por aquellos turnos infinitos de hasta 36 horas le había dado ya un par de avisos serios. Luego llegó la pandemia y no pudo dejar de ofrecerse a volver a su puesto para ayudar en los picos. Volvió a los turnos inacabables, volvió a perder su sueño y ahora perdió hasta el contacto con su familia, por tener que aislarse de ella obligatoriamente. A veces, se reprochaba a sí mismo no tener siempre una sonrisa para los pacientes que llegaban al hospital, sumidos en el más horrible de los agobios.

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