LA HISTORIA DE LOS PADRES

QUE TENÍAN MIEDO DE QUE SU HIJA FUERA A LA ESCUELA

No podían dormir. Se pasaban la noche haciendo cálculos y el día dando instrucciones. Entre medias, se llenaban la cabeza de noticias tremendistas y contradictorias, por aquella costumbre tan suya de escuchar las opiniones de todos. Oían cada día retahílas de incumplimientos, informalidades, desvergüenza, desorganización, caos, infectados, brotes y más brotes. Con todo aquel ruido, apenas podían escuchar las palabras de su hija que les decía que sus profes se estaban esforzando muchísimo, que todos los niños estaban siendo muy responsables y que el colegio era el lugar más divertido del mundo.

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