Sólo después de un rato, Susana nos dijo que estaba esperando los resultados de una PCR. Una amiga suya estaba contagiada. Pero… ¿cómo no iba a venir al funeral del tío Luis? Lo cierto es que ella puso mucho cuidado en distanciarse del resto y no quitarse la mascarilla, pero, de un modo u otro, durante toda la mañana cundió el desasosiego entre los asistentes. Al día siguiente, se declaró su positivo y todos se quedaron con muy serias ganas de asesinarla. La familia Peláez al completo acabó en cuarentena, pero afortunadamente ni una sola prueba dio positiva.