Imaginaba mi primer año de carrera como algo fantástico e inigualable, imaginaba un año de fiestas en un nuevo lugar, de estudiar acudiendo a clases presenciales y de conocer a mucha mucha gente y eso ocurrió... Pero no por mucho tiempo. Estoy segura de que con mi historia much@s de vosotr@s os vais a sentir identificad@s. En marzo, cuando llegó el confinamiento todos mis esquemas sobre mi primer año de carrera se "desmoronaron", comencé con las clases online, algo totalmente nuevo para mi, pasé días y días en mi habitación haciendo mil trabajos y pasando los apuntes de las diferentes asignaturas, al principio pensaba que no iba a ser capaz de sacar todo adelante, ya que, consideraba que no estaba suficientemente preparada, pero sin embargo, me di cuenta de que era capaz de conseguir todo lo que me propusiera, poco a poco fui capaz de aprovechar los días en casa al máximo, ya que, el confinamiento me hizo aprender y reflexionar mucho. Fui más consciente que nunca de que en el siglo XXI las personas vivimos "aceleradas", tal y como indica Zygmunt Bauman en su obra la modernidad líquida, nuestra vida antes del covid era una "vida rápida", vivíamos para y por el trabajo/estudio, siempre nos quejabamos porque no teníamos tiempo suficiente para disfrutar de las pequeñas cosas que nos hacían feliz (como por ejemplo pintar, leer, agradecer a nuestros familiares todo lo que hacen por nosotros...), debemos aprender a disfrutar de lo que realmente nos hace feliz y a organizarnos, porque todos, como yo, somos capaces de conseguir todas nuestras metas.
